jueves, octubre 06, 2005

Après moi le deluge ...

O algo así. Cada vez que nuestro "presidente por accidente" Sr. Rodriguez abre la boca, añoro hasta a Calvo Sotelo (don Leopoldo) e incluso a la I República Española, tal es mi bochorno.

Sobre todo cuando a uno le pilla despues de intentar leer el famoso "Estatut" . Yo lo he encontrado en la web del confidencial.com.

Si tenía alguna duda ya no la tengo: el "estatut" se pasa por "el forro" el concepto de Soberanía Nacional que, según la vigente constitución, reside "en todo el pueblo español". El texto está escrito desde la perspectiva de que la soberanía reside sólo en Cataluña y España es un mero organo supra-xxxx, mas o menos en la misma relación que existe ahora entre España y la Union Europea. Cualquier otro comentario sobre el casi ilegible articulado sobra, de momento

Creo recordar que al duque de Rivas, cuando era político, le llamaban algo así como "Rosita la Pastelera" por su capacidad de llegar a "acuerdos" con quien fuera, pero, al menos consiguió salvar el trono a Isabel II. Me pregunto que pensaría de las maniobras de su actual sucesor para contentar a todo (bueno, casi todo) el mundo. De su palabrería absolutamente vacía de contenido, y así interpretable de cualquier manera. De su absoluto desprecio del concepto elemental en un Estado de Derecho; que los límites de maniobra con que se cuenta se hallan en lo que se denomina "legalidad vigente" - fundamental para distinguir un tirano de un gobernante legítimo. Ni de la cerrazón sectaria de no entender - como ocurre en casi todo el mundo occidental- que existen cosas, lo que llamaban "cuestiones de estado" (política constitucional, defensa y AAEE) que sólo pueden/debe avanzar por via del consenso con el oponente político
Sólo espero que no nos acabe arrastrando a todos al abismo

Las comparaciones que hace son, como casi todo, verdaderas falacias. Es cierto que la Ley de Defensa podría pertenecer a este ámbito y que el PP no estuvo muy fino, cayendo en la trampa de su "sindrome Irak" particular. Pero poner al mismo nivel la oposición a la ley del matrimonio homosexual a la del "estatut" es de demagogo barato. Lo malo es que funciona todavía

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